Plataforma de Intermediación

Plataforma de Intermediación
La plataforma de intermediación de datos evita que la administración tenga que pedir documentos que ya tienen su poder. En una administración moderna es la administración la que se tiene que ocupar de intermediar los datos que ya ha requerido antes. Solamente se le pedirán al ciudadano si no se tienen o si no estuvieran actualizados.

Del papel al BID esa es nuestra meta. Ahora cuando la administración necesita un certificado o un dato no tiene que pedir sólo al ciudadano. Se dirige al órgano administrativo que lo posee a través de la plataforma de intermediación y una vez que lo obtiene la tramitación electrónica realiza el camino inverso.

La plataforma es una de las piedras angulares para mejorar el servicio público a los ciudadanos, incrementando la eficacia y la eficiencia de las organizaciones que usan sus servicios. Es una iniciativa destinada a crecer y a ser utilizada por todas las administraciones. Actualmente ya no pedimos la fotocopia del DNI, ni el certificado de residencia, ni el certificado de la renta, pensiones, o ninguna titulación académica.

Cada vez son más los servicios disponibles en la plataforma. Cada transacción electrónica a través de la plataforma de intermediación ahorra al ciudadano 5 euros de media. Realizamos al año 30 millones de transacciones y esta cifra se supera constantemente.

Ahora en España la obligación de verificar y obtener los datos es de la administración, especialmente teniendo en cuenta que muchos de ellos han sido dados por la propia administración. Sólo los pedirá a los ciudadanos si no los tiene o si no están actualizados. Entendemos por ciudadano tanto las personas físicas como jurídicas, los emprendedores y los empresarios.

El proyecto de la plataforma de intermediación de datos nos ha dejado dos avances fundamentales. Por un lado la colaboración entre administraciones que es esencial para prestar un servicio continuo y sin fisuras, que sin duda ahorra costes y evita la duplicidad de competencias. Y por otro lado la convicción de que todos los servicios deben construirse en torno a las necesidades de los ciudadanos y no de la administración.

Hemos logrado que la administración no tenga que pedir documentos a los interesados. No podemos y no queremos sobrecargar a los ciudadanos con más esfuerzo. Ahora todo es mucho más sencillo que antes.

Será la administración la que hará este trabajo por ellos. Estamos construyendo una nueva administración, algo verdaderamente innovador. De forma que se acorten plazos, se reduzcan costes, se eviten errores, se mejore la calidad y exista una más rápida y eficaz satisfacción de los intereses generales y de los servicios que se prestan a los ciudadanos.